Una de las partes del cuerpo que más queremos «atacar» cuando realizamos dietas o nos apuntamos al gimnasio es el vientre. El anhelado vientre plano que lucen las modelos y famosas y que tanto cuesta conseguir puede ser una realidad sin que te mates en el gimnasio durante horas.
En muchas ocasiones no solo es preciso realizar ejercicio. La tripa se puede hinchar por otras causas bastante más habituales que hay que conocer y que complementadas con un ejercicio localizado (pero sin sufrir) harán que tu vientre se vea más plano.
A continuación te vamos a dar cuatro claves que debes cumplir y tener en cuenta para lucir bikini y vientre plano este verano.
Masticar mucho y comer más despacio
Esto que parece algo tan evidente suele ser una de los errores en los que más incurrimos. Las prisas, el estrés diario y la ajetreada vida, en muchos casos, dan lugar a que tengamos que comer en poco tiempo por lo que no masticamos, sino que engullimos y luego llega la tripa hinchada.
Pues bien, una de las claves para lucir vientre plano es tomarnos el tiempo necesario para comer tranquilos, masticando bien porque como decía un experto “hay que beber los sólidos y masticar los líquidos”.
Para cumplir estas premisas te recomendamos también que aparques el móvil y que disfrute de la comida que estés realizando en ese momento, siendo consciente de cómo masticas los alimentos para finalizar con éxito esta tarea.
Haz 5 comidas con una cantidad adecuada
Algunos no desayunan, otros no cenan… el caso es que en la mayoría de las situaciones una persona no suele realizar las cinco comidas recomendadas al día.
Según numerosos estudios esto es una de las claves para no engordar y también ayudarnos a mantener el vientre plano.
Es importante realizar el desayuno, el almuerzo, la comida, la merienda y la cena, y en cada uno de ellos no atiborrarnos. El famoso “menos es más” aquí también tiene sentido. Las cantidades no son la clave, la importancia de esta pauta está en comer esas cinco veces pero una proporción razonable, ¡nada de banquetes!
Los probiótico y prebióticos ayudan y las infusiones también
Los famosos probióticos y prebióticos ayudan a la mejora de la flora intestinal y gracias a ellos podrás disfrutar este verano de una tripa más plana.
Y ¿dónde encontramos estos probióticos y prebióticos? Pues en muchas verduras como la alcachofa, la cebolla, las legumbres, los espárragos o la patata, entre otros.
Por supuesto, si hablamos de prebióticos y probióticos no podemos olvidarnos del yogur clave para ayudar a nuestro tránsito intestinal.
Asimismo, las infusiones de plantas medicinales como la menta, la hierbabuena, el té verde o el anís son una excelente opción con la que completar la dieta. Muchas veces no ingerimos todos los líquidos que deberíamos y con las infusiones se hace más sencillo el llegar a la dosis adecuada de agua diaria con los beneficios que las plantas medicinales aportan. ¡Vamos un 2 por 1!
Reduce la ingesta de sal y azúcar
Y por último, pero no menos importante, tener cuidado con las dosis de sal y azúcar que tomamos.
La sal es el mayor aliado de la retención de líquidos y muchos de ellos se quedan en la tripa aumentando esa sensación de pesadez y de hinchazón. Por eso, y aunque nos guste que la comida quede sabrosa, si comenzamos a reducir la cantidad de sal que aportamos a nuestra comida notaréis enseguida una mejora en vuestro cuerpo.
De la misma manera actúa el azúcar. Actualmente la tenemos por todas partes ya que la mayoría de los alimentos procesados la contienen por eso es importante reducir de forma consciente la ingesta de azúcar y por lo tanto de productos como la bollería industrial, golosinas o bebidas con gas.
Como extra te diremos que todo esto unido a un ritmo de vida tranquilo y alejado del estrés es la combinación perfecta para triunfar este verano y lucir vientre plano. Si llevas a cabo estos cuatro pasos te garantizamos que no solo vas ver tu tripa mucho más deshinchada sino que además estarás mejorando tu salud que a la larga es lo importante.